Sometida la totalidad de Grecia, Alejandro de Macedonia retoma el plan de su
padre Filipo y cruza el Helesponto decidido a atacar el Imperio persa. A partir
de ahí, inicia una serie de campañas militares a ritmo frenético que le llevarán
a extender sus dominios desde África a la India en apenas diez años. Una
hazaña nunca lograda anteriormente. Alejandro fue un guerrero nato y un
gobernante con una apasionada ambición que en todo momento comprendió
la inmensa aventura en la que se había embarcado. Su vasto imperio llegó a
ocupar mas de cinco millones de kilómetros cuadrados. Haefs, como ya hizo
en el anterior volumen, Alejandro. Unificador de la Hélade, recrea con maestría
la vida del gran conquistador, desde su paso a Asia hasta su muerte.