La excepcional historia de Ana de Lobera y Torres, aquí
narrada, y apoyada en documentos raros y auténticos, cautivará la
imaginación de muchos. La serie de monjas carmelitas,
identificadas por su nombre y sus sucesivos nombramientos, puede
resultar compleja debido a la cantidad de localizaciones geográficas
ya la brevedad temporal de una sola generación, que hay que
reconocer como fundadora de las siguientes comunidades en
España, Francia y Bélgica. También se menciona a otros
protagonistas, muchos de ellos muy famosos, pero las continuas
relaciones de Ana de Jesús con ellos palidecen en comparación
con su ardiente diálogo con el Señor de su vida. Uno de los méritos
de estas páginas es que nos permiten vislumbrarlo. Cuando sor
Christiane, entonces priora (luxemburguesa) del convento carmelita
de Bruselas cuando escribió esta obra, nos presenta la biografía de
la primera priora (española) del convento, mano derecha de Teresa
de Ávila y de su intrépida heredera, toda una época cobra vida ante
nuestros ojos.