Eitana siempre creyó que su vida ya había sido tallada desde antes de nacer. Su esclavitud conmezó con apenas trece años en la Palestina del año 54, durante el Imperio de Claudio. En aquel entonces, para ella Roma era un lugar demasiado lejano y terrible, simplemente un imposible que no imaginaba que se convertiría en su mundo. Quizás entonces, de haberlo sabido, habría deseado morir antes de partir. Eitana, la esclava judía es la historia de una mujer valiente, de una mujer que luchó por ser ella misma y negarse a que los demás decidiesen en su nombre.