¿Cómo era Josemaría Escrivá de puertas adentro? ¿Fijó su residencia en Roma por alejarse de Franco? ¿Cuál fue su relación con los judíos? ¿Influía en el Vaticano, o le consideraban un proscrito? ¿Daba consejos a los miembros del Opus Dei que se dedicaban a la política? ¿De qué hablaban en sus almuerzos privados Escrivá, fundador del Opus Dei, y Arrupe, general de los jesuitas? ¿Por qué tiene la Obra esa fuerza imparable? Este libro es mucho más que una satisfactoria respuesta a esos y a otros interrogantes.
Con su riguroso periodismo investigador y su afilada intuición, Pilar Urbano afrontó la tarea de levantar la corteza del personaje, romper el cartón piedra del mito y dejarnos ver al hombre, al insospechado y desconocido hombre: «Alguien puesto en una escarpada disyuntiva: o era un santo, o era una rémora para su misión. Quizá por eso, Escrivá era a la vez un hombre en guerra consigo mismo y un hombre que... bailaba con Dios».
La autora de Con la venia, yo indagué el
23-F, La Reina, Yo entré en el Cesid, Garzón, el hombre que veía amanecer y Jefe Atta ?títulos que han sido fenómenos de ventas? afirma sin vacilar: «El hombre de Villa Tevere es el mejor trabajo de mi vida».