El mal es una obra que aborda un problema siempre actual: ¿Cómo hablar
del mal? ¿Cómo decimos lo indecible? El mal perturba nuestras vidas. Es un
hecho. La tristeza, el dolor o el sufrimiento irrumpen en cada existencia,
incluso antes de que lo pensemos. Pero sus formas más variadas tienen
algo en común: el mal no es algo. Se presenta como una rotura en el
corazón de lo que es: un parásito que sólo existe por el bien que carcome. El
bien goza, pues, de una primacía absoluta que alimenta la esperanza:
siempre será más fuerte.