San Babilés es recordado por la tradición cristiana como un obispo mozárabe, natural de Navarra, que se estableció en las tierras de Boadilla y Odón, en la actual provincia de Madrid. A lo largo de su vida destacó, además de por sus virtudes y predicación, por su dedicación a la formación de los niños. En las persecuciones que se desataron en la España musulmana a lo largo del siglo IX, las autoridades del emirato decretaron la detención, encarcelamiento y ajusticiamiento de san Babilés. La memoria y el culto a san Babilés ha permanecido durante siglos en la tradición de Boadilla. En 2014, las excavaciones arqueológicas realizadas en el cerro al que da nombre, pusieron en evidencia la existencia de una necrópolis visigoda, en la que destaca un monumental enterramiento individual, así como los restos de una construcción de esa misma época, en la que el obispo pudo haber predicado. Una vez más, la Arqueología y la Ciencia confirman los hechos que durante siglos ha mantenido la tradición oral de un pueblo.