Victoria vive en un palacio. Pero no es un palacio normal,
no, ¡qué va! Se trata de un enooooorme palacio blanco de
altísimas paredes blancas, blancos techos y sábanas tan
blancas como la nieve que cubren las camas de metal.
También hay otras princesas y príncipes y cientos de
personas que trabajan sin descanso vestidos también
con largas túnicas blancas. Y allí, Victoria sueña, come,
ríe y llora mientras se va poniendo buena.
Una mágica historia donde la imaginación permite a los
niños viajar y divertirse con fantásticos mundos mientras,
mientras viven en los enormes castillos blancos a
los que llamamos hospitales.