La existencia del ser al que llamamos Dios constituye un
antiguo rumor que se resiste a ser acallado. Pero, ¿qué queremos
decir cuando decimos la palabra Dios? ¿Hay fundamento para
creer que existe? ¿Es Dios una idea nuestra... o más bien somos
nosotros una idea suya? Allí donde hay seres humanos, el rumor
de que hay Dios permanece siempre en la atmósfera. La filosofía
griega eleva ese rumor a concepto. El pueblo de Israel convierte al
Dios de Abraham, Isaac y Jacob en experiencia colectiva. Desde
ahí, Spaemann nos habla de qué han dicho sobre él numerosos
pensadores, dónde han encontrado escollos y cómo los han
resuelto para afirmar o negar a Dios.