Jerónimo Gracián de la Madre de Dios (el maestro Gracián, como ha pasado a la historia) es uno de los más grandes representantes de la espiritualidad del siglo XVI y principios del XVII, Según Menéndez y Pelayo, "los escritos del Padre Gracián como obra ascética y mística ha de ser digna de figurar al lado de las de san Juan de la Cruz y santa Teresa de Jesús, en cuya escuela es él uno de los primeros y mejores maestros".