El principal componente de una familia feliz es el amor
entre todos los miembros, pero en especial de los esposos.
El amor es un tesoro que hay que cuidar y mimar todos los
días. Las personas, cuando se sienten queridas, se sienten
valiosas y su autoestima es positiva. Una autoestima positiva
es la base de la seguridad e independencia emocional de las
personas que son psicológicamente maduras. Se quiere lo
bueno, y lo muy bueno se quiere mucho. Por eso conviene
luchar todos los días por mejorar, y no cansarse de enseñar y
animar a los hijos a ser buenos, para que sean queridos por
los demás y por ellos mismos.
En Familia en armonía, el Dr. Sarráis intenta ayudar a los
esposos a amar con intensidad, fidelidad y perseverancia, de
forma que el vínculo matrimonial sea un motivo de felicidad
para los esposos y la base de una educación para la madurez
y autonomía de sus hijos.