Año 924. Hasday ben Shaprut es un muchacho de solo trece años, despierto, precoz y ávido por comprender el mundo que lo rodea. Tanto es así que no dudará en transgredir las estrictas normas sociales y religiosas que coartan sus ansias de conocimiento. Adolescente judío en una madina musulmana, hijo de un próspero comerciante y con una fuerte personalidad, pronto descubrirá que no le van a faltar enemigos. Tres son los hilos conductores de la trama: una esclava judía por la que Hasday es capaz de traicionar la confianza de su propio padre; una enconada enemistad que lo perseguirá durante toda su vida, y un libro, la valiosa copia de un antiguo compendio de medicina, el Tratado de los simples, que bien podría dar título a esta novela.