Ante el deseo y requerimiento de la Iglesia de emprender una nueva tarea evangelizadora, no debemos comenzar por interrogarnos cuales son nuestras ideas y posibilidades, o qué podemos hacer, sino buscar y discernir qué es lo que nos está pidiendo el Señor, conforme a lo declarado en el magisterio eclesial. Ya que, como muy bien dice el Papa Francisco en Evangelii Gaudium n.º 12, sería un error entender la evangelización como una heroica tarea personal, ya que la obra es ante todo de Él. Jesús es «el primero y el más grande evangelizador». En toda obra evangelizadora el primado es siempre de Dios, que quiso llamarnos a colaborar con Él y enviarnos con la fuerza de su Espíritu. Pero también el Papa nos invita a ser audaces y creativos en la tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos en las comunidades, y ser generosos y valientes en su aplicación (EG 33).
A esta invitación he querido responder humildemente con este trabajo que tienes en tus manos, consciente de que, sólo los santos, al estilo de Teresa de Jesús, han entendido y puesto por obra lo que Dios les p