GARCÍA PAREDES, JOSÉ CRISTO REY
Propio de la vida consagrada es ser signo. La generación emergente necesita signos, se´ñales que la interpelen. Así lo ha dicho en el último Sínodo de Obispos, que tuvo lugar en octubre de 2018 con el tema "Los Jóvenes y el discernimiento vocacional".
Este evento nos permite ya reflexionar sobre la cuestión que tanto preocupa a no pocas congregaciones: ¿cómo conectar la visa consagrada con las nuevas generaciones?
No basta que admiremos a los jóvenes. También es necesario que ellos nos admiren por nuestros valores, por nuestra forma de servir. Y nuestros valores hoy quizá necesiten una serie re-actualización teórica y práctica.