Las chicas malas de la República fueron, en general, muy buenas, porque fueron muy libres, o cuando menos porque lo intentaron, pero cuando España devino en una inmensa prisión aquella época quedó congelada y olvidada. Este libro aspira a reencontrar biografías perdidas, a reconocer espacios de libertad que tardaron cuarenta años en ver la luz y a reconstruir la intimidad de quien contribuyó al saneamiento social, moral y cultural del país.
Rafael Torres narra con maestría y emoción una galería extraordinaria de mujeres feministas y no feministas, audaces y conservadoras, lesbianas y heterosexuales, sensatas y vehementes, ateas y religiosas, pobres y ricas, aviadoras y misses, desfallecidas e irreductibles, nudistas y amantes de la moda. Toda clase de mujeres que, eso sí, tuvieron en común su rebeldía.