A Chloe le encantan las tiritas, tiene de muchos colores y estampados. Todos saben que pueden contar con ella porque ¡las tiritas lo arreglan todo! O eso es lo que cree... pero descubrirá que hay otro tipo de tiritas
para los corazones dolidos.
La protagonista de esta historia pone en relieve la empatía y el querer ayudar a los demás.
Chloé enseña a tener interés por otras personas y hace de este valor una constante en su
vida, es algo implícito en el personaje. Se busca que el lector entienda la importancia de
identificarse con los demás ante su necesidad, aunque sea sencilla. Muchas veces en los
niños eso es lo que ocurre. Sus necesidades, problemas o daños pueden resultar
insignificantes en el mundo de los adultos, pero en su realidad son cosas muy importantes
para ellos, desde rasparse la rodilla al caerse en el recreo hasta que la botella de agua de
plástico de donde beben se rompa. Chloé está acostumbrada a ayudar en este tipo de
situaciones, hasta que se encuentra con una nueva para ella. Uno de sus amigos se muda
de ciudad y está muy triste. No sabe cómo ayudarlo. Se dará cuenta de que hay otro tipo
de tiritas que se ponen en el corazón.