Las múltiples apariciones de la Madre de Dios las más antiguas y las más
recientes completan básicamente los mensajes que Ella ha manifestado a
la Humanidad, a través de estas tres grandes advocaciones marianas:
Nuestra Señora del Santo Rosario, Nuestra Señora del Monte Carmelo y la
Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, sin añadir nada esencial a lo
que María Santísima nos hizo saber a través de estas tres intervenciones
suyas, que hemos reunido en este ensayo.