Lobo quería cantar desde el día en que su madre le
enseñó a aullar a la Luna. Se subía a lo alto de las rocas
y cantaba sin parar, hubiera Luna Llena o no.
Sus vecinos no estaban muy entusiasmados. Tenían
dolores de cabeza y pesadillas, porque escuchar aullar al Lobo resultaba algo inquietante para ellos...
La convivencia entre vecinos es complicada, más
cuando uno de ellos es un lobo que no puede dejar
de seguir su instinto...¡musical!.
Tendrán que encontrar la forma de vivir en armonía
con ese lobo imparable.
Una nueva historia de Pilar Serrano, en la
que vuelve más gamberra que nunca y con
unos personajes que ya están presentes en
su trayectoria como escritora.
La acompañan en esta alocada historia
sobre convivencia, las ilustraciones de
Eugénia Ábalos.