Cuando los niños de las cuencas mineras salían de su pueblo no tenían que decir de dónde
eran. Todo el mundo lo sabía. ¿Por qué? Su ropa olía a humo. A humo de las locomotoras,
de las chimeneas, de los tubos de escape... Este libro cuenta la historia de esos niños que
después fueron hombres y de aquellas mujeres que vivieron en una tierra poco a poco
abandonada. Historias entrelazadas, fundidas sobre el negro de un carbón que ya no suelta
humo pero sí memoria, lágrimas y carcajadas. Aitana Castaño y Alfonso Zapico han
apostado todo lo que son en estas páginas que se funden entre la realidad y la ficción. Sus
recuerdos. Su tierra. Su historia. La historia de un territorio y un tiempo de lucha, no sólo
por la dignidad de los mineros asturianos sino en permanente combate por la libertad.