A lo largo de su vida, Maria Montessori no solo luchó por que todos los niños pudiesen aprender, sino que además defendió que la educación era la mejor arma para eliminar las diferencias sociales. Tras convertirse en la primera médica de Italia, decidió dedicarse a su auténtica vocación, la enseñanza. Al cabo de unos años, logró desarrollar un nuevo método educativo para que las escuelas se convirtieran en lugares pensados para los niños, donde pudiesen aprender y experimentar mediante juegos.