En 1577, obedeciendo el mandato de su confesor Jerónimo Gracián, Teresa de Jesús escribe su obra cumbre: Moradas. Inspirándose en su experiencia personal, ella va describiendo en este «tratado» las etapas y vicisitudes por las que atraviesa cualquier persona que es atraída por Dios a un encuentro real y transformador con Él. La frescura de su lenguaje, la fuerza de los símbolos que emplea para darse a entender y la constante referencia a sus propias vivencias convierten Moradas en una apasionante «Guía de viaje»: con ella nos adentramos en el misterio y la maravilla que supone entrar en relación con el Dios que habita en lo íntimo de nuestro ser.