Cinco mujeres, cinco vidas habitadas por el desasosiego, intentando librarse
de los estrechos corsés de una moral opresiva en una sociedad asfixiante y
normativizada. Las protagonistas de Mujeres solas no son mujeres corrientes,
o tal vez sí lo han sido, pero ahora, fracasadas las expectativas sociales puestas
en ellas, comienzan a ser libres en esa búsqueda de un nuevo sentido más allá
de su pasado. Sólo ahora es cuando son capaces de desvelar sus deseos más
íntimos, recónditos y transgresores, en un entorno que les exige una existencia
muda y relegada a un plano secundario. Una joven llega a identificarse
con el autor o la autora de una serie de incendios en escuelas y disfruta con
la imagen de un fuego devorador. Una esposa decide poner en riesgo su vida
perfecta y monótona tras el recuerdo de un amante egoísta que le hizo conocer
la pasión y el sufrimiento. Una dependienta que teme a las multitudes
observa atónita cómo una niña perversa roba en los grandes almacenes. Una
viuda joven se ve impelida a revisar su breve vida conyugal arrastrada por
unos sueños premonitorios que cobran más presencia que su propia vida.
Una anciana a la que la muerte le ha arrebatado sus seres queridos es asaltada
por encuentros fortuitos con suicidas. Crueldad, hipersensibilidad, fragilidad,
desequilibrio, sexualidad, perversión y búsqueda del placer pueblan estas vidas
que se entrecruzan en un magistral lienzo tejido con las diferentes formas
de la soledad.