Merece la pena que los padres intenten resolver esta pregunta. De ella, depende que ese "personajillo" -que es nuestro hijo- sea cristiano o no; entre el Espíritu Santo en su alma, o no; empiece a merecer el cielo, o no.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información