Todo lo que acaece en el tiempo y el espacio es relativo, dice relación a aquellas coordenadas espacio-temporales en las que surge. Así ocurre con el Credo, nacido dentro de un "idioma cultural" concreto, y en un contexto sociohistórico determinado. Si pretendemos que tenga sentido para quienes nos hallamos en un contexto bien diferente y hablamos otro "idioma" muy distinto, se hace necesaria una "traducción" o trasvase cultural.