A una isla desierta en la que no hay Dios ni naturaleza ni muerte llega un Robinson Crusoe que ha desoído los consejos de su padre y que, perseguido por su mala estrella y tras más de veinte años de rigurosa soledad, encuentra una huella humana en la arena. A partir de una realidad histórica y de la experiencia real del náufrago Alexander Selkirk, nació uno de los arquetipos de la historia de la literatura universal.