Hay cosas que nunca desaparecen. Entre ellas se cuental la violencia. Su forma de aparición varía según la constelación social. En la actualidad, la violencia ha
mutado de visible en invisible, de frontal en viral, de
directa en mediada, de real en virtual, de física en psíquica, de negativa en positiva, y se retira a espacios
subcomunicativos y neuronales, de manera que puede
dar la impresión de que ha desaparecido.
Pero la violencia se mantiene. Simplemente se traslada
al interior. La decapitación en la sociedad de la soberanía, la deformación en la sociedad disciplinaria y la depresión en la sociedad del rendimiento son estadios de la transformación topológica de la violencia.