Teresa fue en verdad una mujer en camino. "Hizo caminar al andar". Y en cada recodo de sus andanzas, oró y enseñó a orar. Y de tanto estar y tratar con Jesús, Teresa se convirtió en mestra en el sentido de poder decir y enseñar aquello que aprendía sin cesar en su trato amistoso con el Maestro mientras caminaba junto a El.