Este libro es una invitación a profundizar en la palabra de Jesús Crucificado, a
comprobar que fuimos perdonados pues no otra cosa podía venir de la misericordia
divina.
A lo largo de sus renglones nos sentiremos sacudidos, como es habitual en los
testimonios de Madre Olga, con palabras de nuestra vida cotidiana, de comprensión sin
obstáculo, de sentido común, que suscitan irremediablemente en nosotros la necesidad
de sentir el consuelo de los brazos abiertos del Señor.
Para ello, esta monja de la Voluntad de Dios como ella misma se define, se coloca
ante el Calvario también con la intención de aprender y adorar, pues intentar impartir
doctrina está lejos de su intención y de su vocación.
Conforme vayamos avanzando en el texto, comprobaremos que estamos ante un
testimonio de pasión por la Cruz que junto a la Adoración Eucaristía, a la vivencia de la
espiritualidad del Corazón de Jesús o la escucha y contemplación de la Palabra de Dios
para cumplir el mandato de difusión del Evangelio, son motor, razón y motivo de la
vida del Carmelo Samaritano.