"La depresión no se supera con sólo leer un libro, primero hay que identificarla y luego practicar y practicar con los métodos adecuados, físicos y mentales.
¿Quién no tiene un día difícil? ¿Quién no experimenta abatimiento o incluso signos de depresión en alguna ocasión?
Pero bien diferente es cuando se van dando una serie de signos que evidencian a todas luces que uno puede estar deslizándose hacia el precipicio de la depresión, síntomas como: tedio habitual, desgana, apatía, falta de energía, desmotivación, ansiedad mezclada con profunda tristeza, ganas de llorar, melancolía, falta de interés vital o incluso ideas de muerte o de extinción.
Cuando se presentan algunos de los signos o síntomas indicados, pueden anunciar la llegada de una depresión y hay que poner lo antes posible los medios preventivos para evitarla o atenuarla.
De la misma manera que nadie se cuestiona que hay que darle de comer al cuerpo, respirar, dormir y atenderlo, deberíamos asumir que hay que ejercitar y cuidar la mente y la psiquis y que cada uno puede hacer mucho por sí mismo si se lo propone, puesto que no faltan las enseñanzas y los métodos y tenemos la fortuna de que han llegado hasta nosotros.
Las técnicas del yoga, los principios y enseñanzas de la sabiduría oriental y las milenarias psicologías de Oriente son especialmente aplicables y muy útiles para prevenir o combatir dos tipos en concreto de depresión: la depresión psíquica o también conocida como neurótica y la depresión reactiva. Y también para prevenir y combatir síntomas cercanos a la depresión o que anuncian posibilidad de depresión, aunque la persona no haya caído todavía en la misma." Ramiro Calle