Cómo llevar una vida auténtica siendo realista con su final
Para sus clientes y para todas aquellas personas que se han visto influenciadas por su amable humanidad, Alua Arthur es una amiga en el fin del mundo. Siendo la doula de la muerte más reconocida del país, Alua está di-fundiendo un mensaje transformador: pensar en tu muerte, tanto si es inminente como si no, insuflará un aire fresco y maravilloso en tu existencia.
Cálida, generosa y extraordinariamente divertida, Alua da apoyo y presta atención y cuidados en el final de la vida a muchos niveles. Temas administrativos, directivas médicas, planificación de funerales, pero respetando al mismo tiempo los instantes para el silencio, cuando los insistentes bips de los monitores clínicos se escuchan más y los seres queridos salen fuera a tomar el aire o, quizás, ni siquiera aparecen y sus clientes se sumen en la contemplación o desean conversar, quizás acerca de asuntos penosos o inconclusos. Alua ha estado presente en miles de estos instantes sagrados, cuando remordimientos, temores, gozos secretos, asuntos ocultos y os-curas realidades se dicen por fin en voz alta. Cuando esto sucede, Alua pone su atención en el centro pulsante de la angustia de sus clientes y crea un espacio de paz para ellos y, a veces, también para sus seres queridos.
Estas vivencias han tenido un profundo efecto en Alua, para quien las regiones periféricas de la muerte deja-ron de serle extrañas en la infancia, cuando su familia tuvo que huir de un sangriento golpe de Estado en Ghana, en la década de 1980. Posteriormente, sufriría profundas depresiones, así como la trágica muerte de su cuñado a causa de un linfoma. Acompañándole en sus instantes finales, Alua descubriría de pronto la vocación de su vida. Alua conoce de primera mano el poder que otorga el dar testimonio y decir la verdad en relación con los temas penosos de la vida, porque su lúgubre sombra no desaparece, y sigue esperándote, por mucho que mires hacia otro lado.