LEÓN FLORIDO, FRANCISCO / FERNÁNDEZ POLANCO, VALENTÍN
Desde una perspectiva intelectual, la Edad Media latina representa el esfuerzo colectivo de toda una cultura por inteligir la fe que la unía. En ese sentido, la única disciplina que despertó su interés especulativo fue la teología, y la filosofía nunca fue más que una herramienta que podía emplearse en la empresa teológica.
Quien desee aproximarse a la filosofía medieval debe rastrearla en el interior de las obras teológicas, donde se encuentra dispersa al servicio de la intelección racional de los artículos de la fe.
Este libro, dirigido a quienes deseen iniciarse en la filosofía medieval, expone las dos principales armazones metafísicas de las que se sirvió la Edad Media en su empresa teológica: el neoplatonismo, en sus diversas variantes, y el aristotelismo, tanto en la versión naturalista de Tomás de Aquino como en la relectura formalista de Duns Escoto.
El libro expone asimismo cómo se fue fraguando en el seno de la escuela escotista el movimiento crítico que acabaría por minar el fundamento metafísico de la empresa teológica medieval, y que alcanzaría su máxima radicalidad en la obra de Guillermo de Ockham.
El libro explica la paradoja aparente de que las raíces del pensamiento moderno procedan de una filosofía inscrita en un marco teológico.