Todo, fin del mundo, fuego
parecen ser las palabras favoritas
de Victoria Díez, joven maestra rural que entregó su vida por su fe.
En un mundo en el que los extremos dan un poco de miedo,
Victoria propone una vida llevada al extremo, a lo heroico; no en
sentido fanático, sino de entrega al bien, a la bondad y a la belleza.
Su profunda relación con Cristo y su clara conciencia de la realidad
no le restaron alegría ni entusiasmo. Sabía que su fortaleza venía
de Dios. Su célebre ánimo, compañeros, que la vida puede más
no fue un impulso del momento, sino fruto de una vida intensa y
coherente.
Estas páginas transmiten ese espíritu desafiante y alegre, una
invitación para jóvenes y adultos a vivir con raíces profundas y
alas para volar al fin del mundo. Victoria ofrece, con
sencillez, claves para una vida plena, la que puede más.