Hay momentos clave en los que podemos detenernos: después de una derrota. o después de una victoria. Si nos toca vivir una derrota, es momento de perseverar. Y si estamos atravesando un éxito, tenemos que celebrarlo, pero sin olvidar que uno de los grandes premios que trae un triunfo es la oportunidad de ir a por más. En ocasiones sucede que mientras queremos alcanzar una meta nos quedamos detenidos en nuestra "zona de confort". Esta situación nos ofrece una alternativa y una posibilidad de decidir: podemos quedarnos ahí y no avanzar o dar un paso adelante y seguir creciendo.