El Islam es objeto de interminables controversias y mucha
confusión. Pero, ¿qué es el Islam? ¿Una forma de relacionarse con
Dios? ¿Una religión con sus propios dogmas y normas? ¿Una
civilización?
En el centro de esta realidad plural se encuentra la cuestión de los
fines: ¿qué quiere conseguir el Islam y por qué medios, violentos o
pacíficos, pretende hacerlo? Rémi Brague vuelve sobre estas
cuestiones fundamentales para explorar la visión islámica de Dios y
del mundo. Examina su uso de la razón, su relación con la ley, la
subordinación total que exige, la actitud hacia los demás, la
legitimación y el uso efectivo de la fuerza. Este libro ofrece una
nueva visión de la civilización islámica y de su aportación a la
cultura europea. Pero también refuta, examinando hechos y textos,
las construcciones legendarias que la ven como la fuente viva de
todos los avances, Renacimiento e Ilustración, de los que
Occidente se enorgullece.
El Islam, escribe el autor, no es una religión en el sentido en que la
entendemos. Es ante todo una ley que considera la creencia como
un hecho innato que no puede negarse sin mala fe. Un mundo en el
que no hay lugar para el no creyente. En este sentido, es
radicalmente diferente de las religiones bíblicas.