En un tiempo marcado por la aceleración, la presión por demostrar resultados y la fascinación por lo nuevo, este libro propone una pausa crítica. No para detener el mundo, sino para mirar con atención aquello que la escuela aún puede y debe sostener.
Con una escritura clara y una mirada exigente, Bianca Thoilliez interroga las formas en que se habla y se piensa la educación, y plantea una defensa serena pero firme de una escuela comprometida con la formación humana, no subordinada a la lógica de la inmediatez.
Conservar la educación no es una propuesta nostálgica. Es una reflexión profunda sobre la necesidad de preservar los valores, los tiempos y los vínculos que hacen posible una experiencia educativa con sentido.
Pensado para un público amplio desde docentes hasta quienes sienten la educación como un compromiso ético y cultural, este libro nos recuerda que, a veces, la mejor forma de avanzar es detenerse a conservar lo esencial.